En La Cañada, Ávila, aparecen abandonados una media de dos perros al mes y nadie se responsabiliza de ellos. Por eso desde esta página (con versión en Facebook) están pidiendo la creación de un albergue municipal desde hace cinco años, algo que se les ha prometido y que no termina de llegar nunca.
He decidido compartir hoy en este blog su reivindicación aprovechando una reflexión que han hecho y que comparto:
Muchos perros abandonados buscan, con la mirada, antes una caricia que alimento. Mi experiencia con perros abandonados me dice precisamente esto, anteponen ser tratados con dulzura antes que comer por mucha hambre que tengan, antes de descansar por mucho agotamiento que traigan.
La totalidad de los refugiados que he tenido en mi casa en todos estos años se desmoronaban ante las caricias y se pegaban tanto a tu cuerpo, buscando ese consuelo, que te desarmaban por completo. Podía estarme una hora entera quieta, con un perro abandonado apoyado en mis rodillas, viendo como ese perro, al que acabada de conocer, respiraba profundamente transmitiendo una profunda necesidad de cariño y de volver a un hogar.
Ese comportamiento fue corroborando mi pensamiento de que los perros sienten de manera altruista y sienten de manera especial la pérdida y acusan de manera privativa los estragos del abandono. Un perro que ha vivido en un hogar familiar, no va a entender por qué se le deja atrás, por qué sus dueños se marchan sin él, o por qué lo dejan aislado ante la llegada de un bebé, o lo dejan en una protectora, o en otro hogar extraño con gente que no conocen, o lo que es peor, en una carretera o solo en la calle o en el campo. Un perro abandonado nunca “elige” estar abandonado, siempre hay alguien detrás que lo abandona.Así que, piensa en lo mucho que te quiere tu perro, piensa, a la hora de decidirte a convivir con un perro, en lo mucho que incondicionalmente que te va a querer y piensa, por un instante, sólo por un instante, cuando veas un perro abandonado en la calle, en el dolor de ese perro ante la pérdida. Vamos por el buen camino, pero es necesario gritar muy alto: No más abandonos. Hay mucho dolor en juego.
Pues sí, mucho. Por eso grito hoy con vosotros.
Aquí podéis ver algunos de los animales en adopción en La Cañada. También podéis ayudar ofreciendo casa de acogida, tiempo y difusión.
La entrada Un grito necesario: no más abandonos, hay mucho dolor en juego aparece primero en En busca de una segunda oportunidad.